sobre mí

Gonzalo Pacheco Gras - gpg-20240418-r077366.jpg

mi pequeño mundo fotográfico

Ver las fotos que mi tío Paco, fotógrafo deportivo, me hizo en la terraza cuando el sol se ponía por el Aljarafe sevillano despertó mi interés por ese aparato con botones que podía domar la luz. Con diez años el rey Baltasar me sorprendió con mi primera cámara, una Kodak INSTAMATIC 25. Empecé a comprender por qué se velaban los carretes y por qué las fotografías salían movidas y mal expuestas.  Los berrinches de mi padre, financiador de esta aventura, me hicieron aguzar la técnica.

Años más tarde acompañé a un amigo a su laboratorio casero. Habíamos disparado varios carretes y viví el fascinante proceso de su revelado hasta la copia final. En ese momento supe que la fotografía iba a ocupar un sitio importante en mi vida.

Desde mis inicios fui autodidacta, de los de prueba y error, capturando cualquier motivo que me llamase la atención. Después de muchos vaivenes, en 2009 pensé que debía poner orden y decidí invertir en formación más que en cámaras y objetivos. Me matriculé en la escuela EL FOTÓMATA de Sevilla y desde entonces he asistido continuamente a cursos, talleres, asociaciones fotográficas, exposiciones, viajes, etc. Lo mejor desde entonces ha sido conocer a otros fotógrafos, intercambiar opiniones, compartir cervezas y conocimientos, profundizar en la obra de autores reconocidos, descubrir distintas corrientes y estilos.

En este continuo proceso de aprendizaje y experimentación he ido construyendo mi mirada fotográfica, aproximando mi estilo a la denominada fotografía de calle, en la que me siento especialmente cómodo. Soy muy urbano, me fascina capturar los momentos aleatorios e irrepetibles que observo en cualquier rincón. En una ciudad como Sevilla, donde gran parte de la vida transcurre en la calle, el terreno está abonado. El sol, el color y el ritmo ponen el resto. Mi pequeña gran cámara RICOH GRIII me acompaña.

Últimamente me interesa la fotografía documental, de la que  considero la fotografía de calle es una de sus ramas. Estoy centrándome en series y proyectos personales.

Atrás quedaron los tiempos de aficionado. En un salto más, me he convertido en un amateur. La fotografía supone una auténtica terapia personal, me regala momentos emocionantes a diario y, sobre todo, me permite compartir con vosotros mi visión del mundo.

Si has llegado hasta aquí, agradezco tu atención y compañía en mi pequeño mundo fotográfico.